Joseph Ortiz con los Rangers de Taxas |
Durante los primeros días de estos entrenamientos primaverales que ya
terminan, Joseph Ortiz sentía que en clubhouse de los Rangers de Texas
nadie sabía quién era él. Ha llegado la hora de que empiecen a
conocerlo.
Ron Washington, el manager de Texas, anunció el jueves por la tarde
que Ortiz comenzará la temporada con el equipo grande, lo que dejará al
zurdo de 22 años listo para engrosar la lista de venezolanos que han
jugado en las Grandes Ligas.
“Lo dije la otra vez, que nadie sabía quién era yo”, comentó el
caraqueño en el clubhouse del Ballpark de Arlington minutos después de
recibir la noticia. “Ahora sí van a saber quién es Ortiz”.
Washington reconoció que, salvo por algunos reportes, no tenía mucha
idea sobre quién era este venezolano. Incluso sobre su locker, en la
placa que lo identifica, se lee Joe Ortiz en la placa, no Joseph.
“Lo que sabía es lo que me decía la gente”, confesó el piloto. “Que
no tiene miedo de tirar la bola en strike y que puede tirar cinco
pitcheos –recta, sinker, slider, cambio y curva- sobre la zona”.
Eso fue lo que vio durante el mes y medio que estuvieron los Rangers
en Arizona. En 13 entradas cubiertas durante 10 presentaciones
–incluyendo las dos del jueves ante los Diablos Rojos de México- Ortiz
permitió nueve hits, dio un boleto, ponchó a 12 y le hicieron dos
carreras. Hasta la mañana de ayer su efectividad de primavera estaba en
1.38.
“Sacó outs y los sacó atacando a los bateadores”, describió
Washington lo que le impresionó del criollo. “No tiene miedo de la zona
de strike, de los bateadores que se paran ahí. Hace sus pitcheos, saca
outs y se va para el dogout”.
El jueves, una vez que el equipo llegó a Texas y la plana mayor se reunió en el Ballpark, le dieron la noticia.
“Estaba emocionado”, describió Washington la reacción de Ortiz. “Creo
que si lo manteníamos unos minutos más ahí se iba a poner a llorar. El
pequeño muchacho estaba emocionado, realmente lo estaba. Tratamos de que
entendiese que no le regalamos nada, que se lo ganó”.
Visiblemente feliz, Ortiz confirmó la versión: “Sí, sí, yo creo que sí, si me quedo un poquito más soltaba unas lágrimas”.
El lanzador de Tiburones de La Guaira dijo que al escuchar la buena
nueva lo primero que se le pasó por la mente fue recordar a su papá,
Félix Ortiz. “Yo sé que estaba esperando esto”, comentó.
El zurdo trató de llamarle, pero quién respondió el celular de su
padre fue la contestadora automática. “Estaba en la playa”, contó
Joseph.
Con su mamá si pudo hablar. “Se le salieron las lágrimas”, dijo.
“Todos estaban esperando mi llamado y llegó la noticia. Después me llamó
mi sobrino, mis hermanos me llamaron todos. Gracias a Dios están
contentos en la casa”.
Aunque pocos en la organización pensaban en su nombre como una
posibilidad para integrar tan rápido el equipo grande, el pitcher
aseguró que su mentalidad siempre fue hacerles que merecía un chance ya
mismo.
“Llegué pensando cómo yo haría el equipo, cómo trabajaría”, recordó.
“Y eso fue lo que me llevó a trabajar duro, a mantener siempre los
pitcheos bajitos, tirar mis rompientes en strikes. Por eso tuve un buen
entrenamiento”.
Washington también mencionó que le aclaró que hacer el equipo había sido lo más sencillo.
“La parte dura es mantenerse”, recordó el manager. “Si dejas la
guardia baja nadie sabe qué puede pasar. Tienes que seguir haciendo lo
mismo que te trajo hasta aquí”.
Ortiz dijo estar listo para el reto. Incluso mencionó que su mentalidad a partir de ahora será distinta.
“Hay que trabajar el doble de lo que hice en spring training”, soltó.
“Trabajar en el bullpen, hablar con el coach, preguntar cómo son los
bateadores. Es una de las cosas que debo hacer, aprender de los que ya
tienen años aquí”.
Luchó contra prejuicios
Firmado por los Rangers a los 16 años, había lanzado muy bien las
últimas tres temporadas en las menores. En el 2012, en 62.2 entradas
compartidas entre Doble A y Triple A, dejó 2.15 de efectividad y
promedió 7,5 ponches y 1,3 boletos por cada nueve episodios. Los zurdos
le batearon .214 y sólo dio un boleto ante ellos.
Washington y el coach de lanzadores Mike Maddux aún no han decidido
cómo le utilizarán, aunque el manager mencionó que no será limitado a
enfrentar sólo a zurdos.
Sea cual sea su rol, el caraqueño estará satisfecho. De sólo 1.70
metros de estatura, siempre debió luchar contra los prejuicios de
aquellos que pensaban que era demasiado bajito para llegar a Grandes
Ligas.
“Había mucha gente que pensaba que yo no podía hacer lo que hacían
los grandes”, recordó Ortiz a sus detractores. “Yo les decía, ‘ya verán
que si puedo”.
“Lo que importa es que tú tengas un buen corazón y tengas la valentía
de montarte en una lomita y lanzar. Siempre lo tengo en la mente, no me
importa quién esté parado ahí, yo sé que puedo hacerlo out”.
Si hace eso para los Rangers ahora que los juegos cuentan de verdad,
su deseo se hará realidad y su nombre empezará a ser reconocido. Incluso
es posible que en el clubhouse de los cambien la placa y lo escriban
como es: Joseph. Pero si no lo hacen tampoco perderá el sueño.
“Eso ellos lo utilizan así”, se encogió de hombros. “Lo ponen así y
así me quedaré. No tendré ningún problema. Eso no cambia las cosas”.
[Fuente]
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